Vivimos en un mundo de cambios asombrosos, un mundo que da
grandes pasos hacia delante en cuanto a entendimiento y conocimiento de lo
mundano. Se le ha dado a la sociedad post–industrial el nombre de la era de la
informática. El avance científico, especialmente la computación y los nuevos
medios de comunicación, pone a nuestra disposición una enorme cantidad de
información.
Pero mientras nuestra mentes quedan pasmadas ante la nueva y
dorada era de la ciencia, y las empresas se apresuran en la carrera feroz por dominar los mercados que están en rápida
expansión, la sociedad global
languidece por falta de comprensión espiritual de la
naturaleza humana. En medio de la actividad frenética, se aniquilan la armonía
interna y la comprensión bajo el peso de un sistema nervioso sobrecargado.
A medida que la sociedad global se hace cada vez más una
sociedad urbana, el estrés y las tensiones crecen exponencialmente. La gente se
encuentra atacada en todos los niveles: emocional, física y socialmente.
La vida urbana, el punto focal de la sociedad
post–industrial, presenta nuevos dilemas complejos.
Se han forjado toda una serie de presiones psicológicas y
ambientales cuyo resultado ha sido una mayor desintegración de la personalidad
que quizá nunca antes se había visto en la historia humana. La experiencia
de este estrés en un nivel masivo, ha subrayado la necesidad
de un medio para lograr una cohesión interna. En la psicología, investigadores
y practicantes han comenzado a comprobar la eficacia de las técnicas de
expansión mental de la meditación, para reintegrar la
personalidad.
están destinadas a elevar al individuo a un estado de
conciencia liberada.
Texto basado en las
enseñanzas de:
Shrii Shrii
A’nandamu’rti (P.R. Sarkar)